Google

10 enero 2007



INDEPENDENCIA





La edad en la que las personas nos hacemos independientes es a mis ojos la mejor edad. Mas allá de disponer de una mejor o peor economía, poder decidir cosas sencillas como lo que comes o dejas de comer, de donde vienes y a donde vas, o cosas mas transcendentes como tus opiniones, tu alojamiento, tus amistades.... poder hacer oídos sordos a comentarios, opiniones, recomendaciones…
Llevar las riendas de tú propia vida es de las mejores cosas de ser autónomos e independientes. Muchos no saben lo que se están perdiendo esperando por un bonito piso de nueva construcción, esperando el trabajo de su vida o aceptando la casa que tan gustosamente les prestan sus progenitores, porque ser independientes significa eso, no depender ni económica ni moralmente de tu familia, pero esto quizás sea otra historia.
Como digo, sin duda la mejor edad es esa en la que TU decides y eliges TU destino, este periodo podría ser desde la mayoría de edad hasta aproximadamente los setenta (si primero el problema suele ser económico luego es cuestión de salud). Antes eres un niño y desgraciadamente parece que después vuelves a serlo o por lo menos te tratan como si lo fueses.
Del mismo modo que cuando eres pequeño la familia se reúne para decidir si la guardería es adecuada para tí, parece que cuando eres anciano este hecho vuelve a producirse y de la misma forma que no se miran las necesidades reales del niño tampoco parece hacerse con las del adulto. ¿Qué es lo que nos ocurre? "[...] Ven aquí, pon la chaqueta, no, no, sientate, vamos, que vamos, no sé que le pasa, es que está tonto, no, es muy desobediente, no, no sabe, es muy terco, puf!!! menudo día, no sé que hacer con él,[...]" si me suena muy duro cuando lo oigo referido a los niños, la sensación que tengo cuando lo oigo de los mayores es de profunda tristeza y descorazonamiento. Parece que empezamos y terminamos nuestras vidas de la misma forma. Que pena.

Etiquetas: