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30 diciembre 2006

DEMOCRACIA, CAPITALISMO Y OTROS SISTEMAS DE GOBIERNO

A raiz del post "De oca en oca y tiro porque me toca" nos han enviado a Universozoe la siguiente reflexión acerca de la democracia, pensamos que es muy interesante y solo te llevará unos 3 minutos leerla.
Ante la duda de si su autor quiere firmar el post, por el momento lo dejaremos en el anonimato.

Sobre democracia, capitalismo y otros sistemas de gobierno

Actualmente en España y la mayoría de los países industrializados, lo único que los "demócratas" pueden decidir es a quien van a castigar esta vez. La mayoría de las veces los gobiernos caen por su propio peso (véanse los casos de Felipe González y de Aznar). Los ciudadanos de a pie, al margen de los radicales, llegan a un límite en el que votan a un partido más para castigar al otro, que por convicción propia. Se tiende a un sistema bipartidista. ¿Acaso hay otra opción?. En conclusión, los partidos saben que más tarde o más temprano se repartirán el pastel. Y las grandes empresas los financian para sacar tajada. Son sus títeres, no nuestros representantes.
Hay otras opciones. Algunos países sudamericanos (Argentina, Brasil etc), tras sufrir grandes crisis económicas y la consiguiente protesta social, evolucionan hacia sistemas más participativos, en los que el pueblo opina en ciertas cuestiones de importancia. Es difícil que les vaya bien. No interesa que les vaya bien. Veamos por qué.
Las crisis económicas de estos países son mecanismos de la alta burguesía Europea y Estadounidense para apropiarse del patrimonio de dichos países. El capitalismo necesita de democracias representativas (es decir, no participativas) que pueda corromper para asegurar la supervivencia de los que tienen el poder. Cuando el país que les interesa no es demócrata, se inventarán cualquier excusa para controlarlo e instaurar su doctrina (véase el caso extremo de Irak).
Este sistema genera pobreza, y en ocasiones odio entre pueblos, pero nadie hará nada hasta que se vea directamente afectado. La gente "normal" de alguno de los países afortunados somos meros espectadores del juego. Lo vemos por la tele. Estamos tan acostumbrados que ya no nos afecta. Nos conformamos (yo el primero) con la ambición de comprar una PDA o un portátil nuevo. O de poder pagar la hipoteca sin pasar hambre este mes. No nos damos cuenta que estamos fomentando un sistema autodestructivo.
Si bien alguno de nosotros conseguirá llegar a la élite, la mayoría cada vez sufre más para llegar a fin de mes. Llegará un momento en que esto será inadmisible. Quizá les toque a nuestros hijos. Quizás a nuestros nietos o biznietos, pero nuestro país no será una excepción. La mayoría de los economistas coinciden. El capitalismo no es viable a largo plazo. La cuestión es cuán largo es el plazo, y el lugar del mundo en que te tocó nacer. Pero en fin, eso ya sería otra discusión aparte.
Lo que ahora me ocupa es hacer entender cual es para mí el verdadero sentido de la democracia. Debería ser un sistema en el que todos participáramos siempre que se crea oportuno en la toma de decisiones. Sería muy fácil decir "No dejemos que nos manejen". Suena casi a risa. Pero algún día alguien lo dirá y no sonará tan a risa. Y revelarse contra el sistema será la única opción. Ninguna era dura para siempre. La pena es que probablemente no nos tocará vivirlo, aunque cada vez más gente se está dando cuenta.
La actual juventud mayoritariamente apolítica (vuelvo a decir, radicales al margen) es solo una etapa del proceso de cambio. Si los jóvenes sintieran que su voto sirve para algo más que para castigar al más impresentable según sea el caso, quizás no estuvieran tan asqueados por la política como están. Cuando las condiciones sociales se pongan más duras, puede que dentro de 10 o 100 años, quizá la actitud de la juventud cambie.
Lo que está claro es que en general no les interesa la política por que ven que hagan lo que hagan el resultado será el mismo. Solo cuando algo pasa de castaño oscuro castigan al que toque.
Lo único que vale la pena de las legislaturas actuales son los 3-4 primeros meses, donde con la euforia de la victoria aún se atreven, o se sienten obligados a hacer algo. Luego hasta 4 años, se dedicarán a decir lo mala que es la oposición, y esta, en su caso, lo inútiles que son en el gobierno. Mientras tanto, claro, robarán lo que puedan.
La democracia participativa puede que tampoco sea perfecta, pero al menos hace que el pueblo se vea más representado por el rumbo que toma su país, y sobre todo es mucho más difícil de ser corrompida.
Para finalizar, decir que en la era de internet y las comunicaciones, opino que un sistema de democracia participativa debería al menos intentarse.


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